lunes, 23 de marzo de 2009

¿CAMBIAR O NO CAMBIAR?

Muy frecuentemente escucho a las personas a mi alrededor decir que quieren cambiar su vida, que quieren cambiar de trabajo, que quieren dejar a a su pareja, en fin quieren establecer cambios porque no les gusta la forma en la que viven.

Sin embargo, en el momento de tener que hacer algo para iniciar cualquiera de estos cambios, son muy pocos los que realmente se atreven a moverse de lugar. Desde fuera es muy fácil preguntarse porqué si le maltratan, si le gritan, si abusan de ella o de él, porqué no se mueve de donde está. A veces nos aferramos a las situaciones que vivimos porque pensamos que si no nos movemos, vamos a lograr que el otro cambie - ya sea que se dé cuenta de que está cometiendo un error, nos pida perdón - en fin, las historias que nos podemos contar son infinitas y no nos damos cuenta de que JAMÁS vamos a mover al otro desde nosotros sino que cualquier cambio tiene que darse desde la necesidad que ese otro tenga.
Por otro lado, el miedo nos paraliza, no nos permite ver más allá de los problemas.
Los seres humanos estamos acostumbrados a tener control de las situaciones, por ello es que establecemos hábitos y rutinas que nos hacen sentirnos seguros de nosotros y nuestro entorno.
Es por ello que, aunque vivamos una situación difícil, nos quedamos ahi porque es algo que conocemos y que creemos podemos controlar.
El proceso de cambio por sí mismo es difícil y hasta doloroso porque genera temor, al ser algo nuevo, algo que no conozco y por ende algo que no puedo controlar, lo que significa que no tengo seguridad.
Lo más difícil de hacer en un proceso de cambio es comprender que el cambio tiene que ser total, incluyendo mi forma de pensar -si no cambio hasta la estructura de mis pensamientos el cambio es sólo superficial- al primer estímulo conocido, mi reacción va a ser la misma de antes lo que me lleva a la situación de la que estaba tratando de salir.
Además de que social y cuturalmente el cambio no es algo que se promueva. Incluso hay un dicho "Más vale malo por conocido que bueno por conocer"
Esto quiere decir que mejor nos quedamos en donde estamos aunque no nos guste, en lugar de buscar un cambio que nos lleve a estar mejor. porque eso nos hará enfrentarnos a lo desconocido, a lo que no puedo controlar, a lo que me genera temor.
La parte difícil de comprender en estos procesos, es que son las pérdidas las que generalmente nos impulsan a querer cambiar. Cuando llegamos a nuestro límite, cuando estamos desesperados, cuando ya no podemos más, es entonces que nos decidimos a cambiar, y generalmente ese cambio es proporcional al dolor o a la dimensión de esa pérdida.
Pero tenemos posibilidad de generar conciencia de cambio sin necesidad de perder, y espero que este artículo te haga pensar en tu vida y en lo que te gustaría modificar, sin necesidad de sufrir una pérdida .
Recuerda que el cambio tiene que ser esencial, que tiene que cambiar tu estructura de pensamiento para que sea un cambio real porque si no, al primer estímulo conocido, vamos de regreso a lo que éramos antes y no podremos salir de ese círculo vicioso.
Espero que comiences un nuevo camino en tu vida y que comiences esos cambios que te harán más fuerte y te ayudarán a decidir qué quieres y necesitas de una manera asertiva, funcional y sobre todo mejor.

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